miércoles, 27 de mayo de 2009


Treinta de julio de 2008. 30+07+2008: 2. Dos. Tú y yo. Que si te beso el ocho, te hago el amor el 18. De agosto. De 2008. Sea cuando sea, tres ochos. 3. 30. Que si un cero a la izquierda no vale nada, a la derecha tampoco. No conté pero fueron tres segundos. Al día siguiente éramos tres. ¿Y tres mil cereales? Tiemblan las manos. Que 5 y 5, 10. Uno. O una. Una botella de Vodka para dos. Un Coliseo. ¿Un beso? Tres del octavo mes. ¿Seguimos? Si tumbamos al tres aparece un corazón, unos pechos, o los labios. Mis labios. Punto y seguido. Punto y atrás. Encestaba con el ocho. Y dos manzanas más allá, en la camiseta de una niña se dibuja un laberinto. Remata. Hacia el infinito. ¿8 y 3? 11. Uno y uno, dos. Yo y tú. ¿Jugamos? Baraja. Corta. As de copas. Me toca. Y es que si me pongo tonta te regalo tres anillos y una cadena que te vigile, que te custodie. Porque yo soy una cosa beis y rosa. Que ni ocho ni tres. Cuatro: ¿te quieres casar conmigo?